lunes, 29 de noviembre de 2010

Sucre II

De Sucre destacan ante todo sus rincones y curiosidades, lo que hacen que, a pesar de su pequeño tamaño, el visitante pueda pasear durante horas, tranquilo, descubriendo detalles.


En esta iglesia se manifiesta un claro ejemplo del sincretismo religioso de los primeros años de cristinaciación, con sirenas, atlantes y flores típicas.

Plaza de la Recoleta, al atardecer, una cuadrilla toca la guitarra.


Mirador de la recoleta. Debajo del mirador a un café jardín, donde los turistas ven el lento atardecer.



En las afueras de Sucre hay una mansión, que fue propiedad del segundo señor de las minas en Bolivia, nombrado príncipe por el Papa León XIII. La casa está restaurada, pues cuando fue cuartel militar se dedicaron a abrirla de arriba a abajo buscando tesoros. Al otro lado del jardín-parque había un orfanato con decenas de niños. Los comentarios de los visitantes locales fueron en sentido de que seguro que habría un túnel de unión...
La guía contaba que los soldados no querían hacer guardia en el edificio, y que alguno enloqueció cuando los encerraban en la bodega como castigo, por las visiones que se producían. Ella asegura que hace unos meses vino una familia y, tras sacar varias fotos, el padre no salía en las mismas, así que se marcharon deprisa.

Ejemplo local de urbanismo: el patio del convento es museo militar.








domingo, 21 de noviembre de 2010

Sucre I

Sucre, un pedacito de Andalucía en el corazón de Bolivia. Con permiso de Tarija, que aún no conozco. Sus calles encaladas y su ritmo de pueblo pequeño en la serranía le dan un aire romántico que hace que turistas occidentales que fueron a pasar unos días acaben alargando el viaje, para al final abrir un café o hacerse guías turísticos.
Situada a algo más de 100 kilómetros de Potosí, fue la primera ciudad fundada en la actual Bolivia, lugar de residencia de los administradores de las minas. En esta ciudad universitaria comenzó el grito libertario en la América española. Fue la capital administrativa de Bolivia hasta finales del siglo XIX, hoy sigue siendo la capital constitucional y sede del poder judicial. Hoy todavía el sucrense tiene un cierto aire de hidalguía, y habla pausado en un castellano antiguo y riguroso.
Vista de la ciudad desde el mirador de La Recoleta.








Entrada a la catedral, en la plaza principal. Guarda una virgen cuyo manto está hecho de joyas.
Una calle cualquiera, un día cualquiera.

Dentro de la ciudad antigua, hay numerosos edificios que tienen o tuvieron uso religioso, con agradables patios.










lunes, 1 de noviembre de 2010

Lógica andina II

Restaurante medio; carta con unos 15 platos, recomendado. Uno entra, se sienta, le ponen de beber, y cuando va a pedir, le dicen: el 8 no hay. Bueno, póngame por favor el 9. Ese tampoco hay. Entonces el 3. Lo siento pero creo que no nos queda. El seis por favor. Licenciado, creo que no tenemos. Oiga, ¿cuáles tiene?. El 1, el 2 y el 4 no más.


Excursión y visión de negocio a largo plazo. Vamos a Chacaltaya, un 5.000 que está cerca de la paz (a 32 kilómetros, pero por cómo está el camino son unas dos horas). Son dos vehículos con cuatro personas cada uno y, a cada chófer, se le paga por ese día el equivalente a la mitad del salario mínimo del país. Todos contentos, animados y sonrientes, porque nos gusta ir a conocer el país. A la vuelta, en la otra punta de la ciudad, nos despedimos de la mitad del grupo que va a los mercados. Abrazos, y el chófer reparte tarjetas para la próxima. Los que no vamos al mercado le decimos que nos lleve a nuestra zona. A eso de mitad de camino, y cuando queda una ladera larga, le llama su amigo para ir a chupar. "Lo siento hermanos, tengo un compromiso que no recordaba, no os dejo en casa, sino en la esquina siguiente".


Visión de mercado cholita. Cualquier mercado de frutas y verduras en cualquier lugar de cholitas. Va uno temprano, a comprar, y ve una señora muy mayor con unas 8 ó 10 naranjas (o manzanas, o tomates). Solo quería la mitad, pero como están medio bien de precio, y la cholita, tan mayor, inspira cierta compasión, se le dice que se le compra todo lo que tiene, sin regateo. La respuesta es invariable, no va a vender. No va a vender por un motivo evidente: "Caballero, es muy temprano, y si vendo todo ahora no tengo nada que hacer el resto del día".