La noche cae en la paz de repente. Sin avisar. Metamorfosea la ciudad que pierde su vitalidad, su energía contenida. Gana en misterio, en reflejo, resplandece la luz absorbida durante el día. Se aprecian detalles que parecen nuevos: adoquines, altares en los rincones, celosías, tejados con aguas de pizarra. Y las luces envuelven todo alrededor. Como un enorme Belén.
miércoles, 9 de junio de 2010
Noche
La noche cae en la paz de repente. Sin avisar. Metamorfosea la ciudad que pierde su vitalidad, su energía contenida. Gana en misterio, en reflejo, resplandece la luz absorbida durante el día. Se aprecian detalles que parecen nuevos: adoquines, altares en los rincones, celosías, tejados con aguas de pizarra. Y las luces envuelven todo alrededor. Como un enorme Belén.
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