De La Paz a Coroico. De 4700 a 1300 m de altitudo en 6 horas de bicicleta. El nombre, lo de menos: la carretera más peligrosa del mundo. “Nooo, eso eraa antes hermano, cuando no habia asfalto y subían camiones; ahora está prohibido. No pasa nada.”
A la izquierda, la roca; a la derecha, el precipicio; enfrente, el paisaje más espectacular: de la alta montaña a los valles tropicales.
De 4700 m al asfalto con gravilla. Gira, gira sin enseñar la boca, hasta el arcén. Ese crack ha sido el hombro, pero sigue girando, que está mirando desde arriba. Solo estoy a 1 hora, con suerte, en furgoneta del hospital más cercano, en La Paz. Sabes generar endorfinas naturales: el dolor no lo sientes, no existe. Sabes generar endofinas naturales. Sab... pero no sé conducir con la mente, estamos entre el canal de desagüe y los camiones.
El hospital Arco Iris: hoy domingo y mañana año nuevo Aymará. Las urgencias, desoladas.
-Hermano, tranquilo que en 2 horas viene el radiólogo
-No te preocupes que no me duele.
-Oye, te pongo el calmante, pero me tienes que dar lo que cuesta, 1xx Bs.
-Coge la cartera, no hace falta que me des cambio y si quieres te la llevas que no te voy a perseguir, pero ponme el calmante, que llegué hace más de media hora y vengo de la carretera a los yungas.
Luxación muy grave, esta tarde te operamos. Papel de administración (sic): Albarez, 24 de marzo-24-04. Operación con anestezia. Tomar tavletas.
-Anestesia general, por favor.
-Tranquilo, que te enterraremos en algún cementerio Inca. Por cierto, yo estuve en la clínica de Pamplona.
-No me quiten el jersey, corten lo que tengan que cortar.
-Mira que querer cortar la polera, estos turistas cada día son más flojos.
Por la mañana encuentro la mochila en la habitación, por fin puedo ponerme las gafas normales y quitarme las de sol graduadas. Extrañamente, la trajo un chico que conocí desayunando en el alberque, y no los compañeros. Extrañamente, son las 9.00 y me visita. Dice que vuelve a las 11.00. A las 11.00 vuelve: le habían robado y que si le puedo dejar algo para llegar a Perú, que me lo devuelve en España. Por supuesto, hermano. Además seguro que nos vemos en España.
Dicen que los únicos que no vuelven de esa carretera son los israelís. Algo me toca de la España medieval.
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